Gracias a todos los que habéis tenido la amabilidad de estar con nosotros cuando más lo necesitábamos. Gracias de todo corazón, quiero que sepáis que en estos malos momentos la familia socialista vasca os ha tenido muy cercanos y eso es de lo que no se olvida.
Los resultados como sabéis han sido los mejores de nuestra historia, y como no puede ser de otra manera, particularmente me permitiréis que se los dedique a Isaías Carrasco en primer lugar pero también a sus dos heroicas familias; en primer término a la más cercana, a su mujer y a sus hijos que han tenido una fuerza extraordinaria que en la mayoría de las ocasiones han sido quien nos ha levantado el ánimo, y también, a la familia socialista en general que en esos instantes a los que antes me he referido se ha mantenido unida con una moral de hierro luchando por lo que cree sin desfallecer. A todos esos héroes anónimos que por suerte aquí tenemos a puñados, gracias por estar ahí.